Justo estos días estamos terminando de ver en 3º la película Persépolis, basada en el cómic del mismo nombre de la iraní Marjane Satrapi.
Pensábamos que iba a ser una película para niños (esos prejuicios…) y resultó ser una película muy bonita, entretenida y que da mucho que pensar a «cabezas» un poco adultas.
También nos daba pie para diferenciar entre religión y fundamentalismo religioso (venga éste de la religión que venga). A pesar (otra vez) de nuestros prejuicios, no es lo mismo…
Os animo a verla y, si tenéis ocasión, a leer el cómic.
Al volver de las vacaciones de Navidad, hace ya un mes, nos visitó en la clase de religión de 1º y 2º de E.S.O., en el Villar, María Llamedo, una misionera asturiana que desarrolla su trabajo y su misión en Kinshasa, la capital de República Democrática del Congo. Además de ayudarnos a situar el país en el mapa africano, nos enseñó que RDC es uno de los países más ricos en recursos naturales, aunque sea el país más empobrecido del mundo. María nos habló de las causas de este empobrecimiento así como de las consecuencias que ello tiene para la población. Finalmente, explicó cuáles son los dos proyectos en los que ella trabaja:
1) La biblioteca Karibuni, con talleres de alfabetización y animación a la lectura en distintos barrios de la ciudad.
2) El centro de niños de la calle Bana Ya Poveda, en el que recogen a niños de la calle y les proporcionan cuidados, educación y, sobre todo, cariño, con el objetivo de, si es posible, lograr reunificarlos con sus familias.
Podríamos quedarnos con los detalles que María nos contó acerca de la violencia que padecen estos niños, pero preferimos destacar algo que también nos llamó mucho la atención: los juguetes que los mismos chavales fabrican para divertirse. Al fin y al cabo, siguen siendo niños. A lo mejor ver estas fotos cuestiona nuestra forma y nuestros medios para divertirnos.
Ahora que en 3º de E.S.O. estamos estudiando las grandes religiones monoteístas es buen momento para escuchar este tema de Jorge Drexler. Ni uno de sus versos tiene desperdicio.
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Hay que acostumbrarse a cambiar de gafas de vez en cuando para mirar al mundo. Pincha sobre la imagen para hacerlo, aunque corres el riesgo de acabar pensando como Mafalda (lo cual no está del todo mal).
El 30 de enero de 1948 fue asesinado Mahatma Gandhi, cuando se dirigía a una reunión a rezar, por un extremista hindú. Por eso este día ha sido elegido como día de la paz. Así conmemoramos la vida y el legado de este hombre bueno que abanderó el movimiento de la no violencia.
Aprovechando esta celebración, hemos estudiado en clase el significado de algunos de los símbolos de la paz y hemos realizado unos cuantos mandalas.
LA PALOMA BLANCA CON UN RAMO DE OLIVO EN EL PICO.
Este símbolo tiene un origen milenario y está fuertemente ligada a la cultura judeo-cristiana. En el Antiguo Testamento, Noé lanza una paloma blanca con el fin de encontrar tierra tras el diluvio, al cabo de un tiempo la paloma regresa al Arca con un ramo de olivo en su pico significando que el nivel del agua ya había descendido y que, por tanto, Dios estaba de nuevo en paz con la humanidad.
EL SÍMBOLO POR LA CAMPAÑA DEL DESARME NUCLEAR.
El CDN se popularizó en los años 60 y 70 especialmente en el Reino Unido, tras comenzar a ser utilizado contra la guerra en general por el movimiento hippie y las protestas contra la Guerra de Vietnam a lo largo del mundo. Fue diseñado por el artista británico Gerald Holtom en 1958 como el emblema de una de las mayores marchas antinucleares de la historia.
Está fuertemente ligado al de la paloma blanca, pues las líneas representan la pata de la paloma y el circulo la Tierra, simbolizando de esta manera la paz mundial.
LA PIPA DE LA PAZ.
Fumar la pipa de la paz era una práctica común, a modo de ritual, celebrado por algunas tribus originarias de América del Norte, haciendo uso del denominado calumet (la caña con la que se fumaba). Esta ceremonia era frecuente en las reuniones de consejo tribal, pero también se concretaba con otros fines, tales como sellar acuerdos de confraternidad entre tribus o individuos. A veces, el acto de fumar aquella pipa sagrada, también significaba establecer un lazo especial con las divinidades.
En la actualidad, se refiere a arbitrar los mecanismos necesarios para alcanzar acuerdos tendentes a conservar o establecer relaciones pacíficas entre diferentes bandos o personas, todo ello en una amplia variedad de ámbitos, como la familia, el trabajo o la política.
LA BANDERA DE LA PAZ Y LA CULTURA, de Nicholas Roerich.
Es un símbolo adaptado por el artista Nicholas Roerich desde los años 30 para servir como emblema por el deseo de la cultura humana de elevarse por encima de la guerra y como signo de la paz y la cultura.
El Pacto de Paz de Roerich estableció un acuerdo internacional que permite a cualquier país proteger su patrimonio cultural o artístico con una bandera simbólica, la Bandera de la Paz. Firmado en 1935, este tratado internacional está vigente actualmente.
En cualquier lugar de actividad cultural en todo el mundo, se puede izar la Bandera de la Paz para declararse neutral, independiente de las fuerzas combatientes y protegido por tratados internacionales.
Color rojo oscuro: simboliza el color de la sangre, que es el mismo para todos los pueblos.
Circulo superior: representa la espiritualidad y abarca la verdad de todas las religiones, que todos podemos unirnos independientemente de nuestras distintas creencias.
Círculos inferiores: representan el arte y la ciencia.
Círculo que rodea las tres esferas: representa la cultura, la unidad del arte, la ciencia y la espiritualidad.
EL SENBAZURU
El Senbazuru (mil grullas) son un compendio de mil grullas de origami unidas por cuerdas.
Una antigua leyenda japonesa promete que cualquiera que haga mil grullas de papel recibirá un deseo de parte de una grulla, tal como una vida larga o la recuperación de una enfermedad.
Las mil grullas de origami se han vuelto un símbolo de paz, debido a la historia de Sadako Sasaki (1943-1955), una pequeña niña japonesa que deseó curarse de su enfermedad producida por la radiación de una bomba atómica.
EL MANDALA
La palabra Mandala tiene origen sánscrito y significa círculo sagrado. Son representaciones simbólicas del microcosmos que se utilizan en el budismo y en el hinduismo. Lo interpretan como un símbolo sagrado de sanación, totalidad, unión, integración. Como un centro energético de equilibrio que ayuda a mejorar la mente y el entorno.
Cuando interactuamos con ellos trabajamos la unión entre nuestra mente y espíritu y manifestamos nuestra parte más creativa que nos lleva hasta nuestra yo más interior. Crear y decorar mandalas nos aporta paz, tranquilidad y trae el bienestar a nuestra vida. Nos ayuda a conocernos mejor y a conectar mejor con el mundo exterior. Expandimos nuestra conciencia, ampliamos nuestra paciencia, despierta nuestros sentidos y nos ayuda a querernos más. Los mandalas trabajan en nuestra sanación física y espiritual.
Empezaremos pintando de dentro hacia fuera y con el tiempo invertiremos el sentido si lo deseamos. Debemos dejarnos llevar por nuestra intuición o sensación en esos momentos a la hora de elegir los colores. Los Mandalas tienen el poder de reestablecernos al orden y equilibrio naturales.
Si te resulta interesante la religión, las religiones, te gustará echar un vistazo (incluso leerlo entero, quién sabe) a este libro.
«¿Cómo que la existencia de Dios es una pregunta sin respuesta? -dijo Teo, riéndose-. De Jerusalén a Benarés, y deteniéndose en Delfos, Estambul, Dakar, Río de Janeiro, Yakarta, Nueva York, Kioto o El Cairo, el joven Teo y su excéntrica tía Marthe darán la vuelta al mundo de las religiones con la intención de encontrar, en cada uno de los lugares visitados, una respuesta distinta a esa pregunta fundamental.»
Blog de Religión. I.E.S. Isla de la Deva 